Buscaban un lugar apartado donde poder darse al placer y la satisfacción sexual, ya que estos dos hermanos no podían permitir que nadie descubriera que follan cachondísimos cada vez que pueden. Así que habían encontrado un buen lugar en la playa para que ella pudiera cabalgar a gusto y hasta correrse y después hacerle la mamada más deliciosa a su hermano agradeciéndole sus pollazos al aire libre.